Filial comercial

Es un establecimiento permanente, con una razón social y personalidad jurídica propia, controlada por la sociedad matriz, si bien actúa en el mercado en nombre propio, asumiendo el riesgo de las operaciones. La filial compra los productos a la matriz y los revende en su mercado. La filial se encarga de canalizar todos los pedidos de compra en su mercado y vende directamente a los clientes; es decir asume las actividades que realiza un distribuidor. Las funciones operativas que realiza la filial son más amplias que las de la delegación y, además, tiene atribuciones en el aspecto financiero y fiscal del negocio. Por lo que se refiere a la repercusión fiscal, una alternativa a la filial comercial es el establecimiento de sucursales que de acuerdo con la normativa de ciertos países tienen una menor repercusión fiscal. Una información completa sobre cómo usar la filial comercial para expandirse internacionalmente puede encontrarse en el libro Marketing Internacional.